El escolar de hoy es muy distinto al de hace 50 años. Es capaz de apropiarse de más conocimientos que quienes lo educaron, porque puede acceder a través de internet a información de centros que manejan muchos datos relevantes. El profesor que no logre adaptarse a esta realidad sucumbirá tarde o temprano.Al respecto, el PNUD hace notar que el desarrollo humano depende en gran medida de la transformación de los sistemas de creación y transmisión de conocimiento y ello implica impulsar redes locales que renueven las prácticas de enseñanza y aprendizaje, expandiendo las capacidades informacionales de las personas y edificando ámbitos legítimos de deliberación para alcanzar acuerdos satisfactorios.La educación primaria en Bolivia (uno de los objetivos del Milenio) es obligatoria y gratuita hasta octavo grado (ocho años), porque así lo mandan la Constitución y también la Ley de Reforma Educativa, a diferencia de otros países donde sólo alcanza al quinto o sexto grado.El informe “Progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio” indica que los esfuerzos realizados por diferentes gobiernos han mejorado el escenario educativo en Bolivia en las últimas décadas. Hoy existen menos personas sin ningún año de escolaridad y el número de estudiantes que se gradúa de la escuela ha aumentado.El 15,1 por ciento de las personas de 19 años o más en el país es analfabeto. Los departamentos más afectados por este problema son Potosí (32,2 por ciento) y Chuquisaca (30,6 por ciento). En el libro “La educación en Bolivia” del Ministerio de Educación, se hace notar la directa relación que existe entre el nivel de desarrollo de una región y la tasa de analfabetismo, puesto que cuanto mayor es el analfabetismo en un municipio, menor es su desarrollo.Los principales factores que afectan el cumplimiento del objetivo del Milenio en educación son la cobertura, los niños que se matriculan pero que abandonan las clases antes de terminar la gestión (para 1997 era de 9,43 por ciento y el 2001 bajó a 5,7 por ciento) y la tasa de término (en la educación primaria alcanzó el 2001 a 72,7 por ciento, 95,8 por ciento en las ciudades y 57,7 por ciento en el campo), que se calcula a partir del número total de alumnos que finaliza primaria en un año dado y la población que tiene la edad oficial para asistir a ese grado (13 años).Bolivia tiene índices de cobertura educativa relativamente altos, incluso comparables a los alcanzados por países vecinos. La cobertura neta de educación pública y privada primaria (número de niños matriculados en primaria y que tienen entre 6 y 13 años de edad, sobre la población total de entre 6 y 13 años de edad) alcanzó a 97 por ciento en 2001.El diagnóstico del Gobierno boliviano contenido en el “Plan Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación (2004-2009), del Ministerio de Educación, indica que el Estado no ha contado históricamente con una política para la educación superior y para relacionarse con las universidades públicas. Su papel ha estado reducido a presupuestar fondos para las universidades y éste ha sido el único punto de contacto y de negociación, precedido y acompañado por presiones y conflictos de orden político.
En Bolivia, la oferta de la educación superior es bastante amplia: existen 52 universidades: 39 privadas, 11 públicas y dos de régimen especial. La matrícula estudiantil de pregrado registrada en el año 2002 fue de más de 300 mil estudiantes y el 80 por ciento correspondía alas universidades públicas. Para ese mismo año, el número de docentes alcanzó a cerca de 14 mil, el 40 por ciento de universidades privadas. Todas estas deficiencias no dejan de ser preocupantes, tomando en cuenta que es en el ámbito de las universidades, donde se debe crear y acumular capacidades nacionales para absorber, crear y difundir nuevo conocimiento científico y técnico, a fin de contar con profesionales cualificados.El “Diagnóstico de la ciencia, tecnología e innovación en Bolivia” del Ministerio de Educación indica que gran parte de la investigación científica y tecnológica se desarrolla en el país en los centros de investigación de las universidades públicas. De los 183 centros de investigación y desarrollo que hay en el país, 141 pertenecen al sistema universitario público. Al margen, hay 25 centros dependientes del gobierno y los restantes 17 corresponden a organizaciones privadas.Esos centros se distribuyen de forma muy desigual en el territorio nacional. Hay una fuerte concentración en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. La mayoría corresponde a ingeniería y tecnología (39), después le siguen las ciencias médicas (36) y luego las ciencias naturales y exactas (35). El menor número corresponde al área de humanidades (16).Bolivia invierte en ciencia y tecnología sólo el 0,54 por ciento de su Producto Interno Bruto según el aludido diagnóstico del Ministerio de Educación.
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